Carta abierta

“todas mis fuerzas y mi inteligencia”.

Nada hay tan imponente en la vida como hacerle frente a la muerte. Aún sabiendo que es ése el destino final de todo ser humano y que, aparte convicciones, los milagros sólo caben en las manos del Dios en quien cada uno crea, si creer se quiere.

Existen unos seres, los médicos, y entre ellos, los cirujanos, y entre los cirujanos, los que se ocupan de los casos más difíciles, más desesperados, casos que presentan enfermos a los que su enfermedad prácticamente les aboca al status de “desahuciados”, que -sin acostumbrarse nunca a la certeza de la muerte- se pasan su vida intentando salvar la vida de sus pacientes.

El doctor -y profesor y catedrático y un montón de acreditaciones académicas y profesionales de renombre más- Enrique Moreno González lleva más de cuarenta años aprendiendo a hacerle frente a la muerte. A la muerte de los pacientes a los que dedica su vida.

Más de 1800 trasplantes de hígado (con sus días y sus noches, a razón de ocho o diez horas por intervención). Miles de cirugías asociadas a casos difíciles, desesperados, de pacientes en muchas ocasiones desahuciados por patologías de esófago, páncreas, vías biliares, intestinales, de pulmón… Pacientes adultos, y muchos, pacientes pediátricos.

Sacrificio, profesionalidad, honestidad, sabiduría y un excelente equipo para hacerle frente a la muerte. Ése es el bagaje de un cirujano consciente de que al final siempre será derrotado; pero que se atreve, y en muchas, muchísimas ocasiones con éxito, a hacerse vencedor de los minutos, las horas y los días en que es posible arrebatarle a aquella su presa.

Más a veces no puede ser. Y se es difunto. Ahí el dolor de los seres queridos, las preguntas, el duelo. Y el sentimiento de pesar, no lo olvidemos, también del médico; del doctor -y profesor y catedrático y un montón más de acreditaciones académicas y profesionales de renombre- que asume la certeza de la muerte en su más preciado bien, en ese enfermo en quien, para intentar restablecerle su salud, puso, según reza el juramento hipocrático que en su día realizó “todas mis fuerzas y mi inteligencia”.

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Firmado: RRL

8 thoughts on “Carta abierta

  1. Hola, el dia 11 de Noviembre de 2013, el Dr. Moreno y un equipo, que desafortunadamente, no supe sus nombres, salvo el Dr. Manrrique, del cual, veo con frecuencia, por la consulta en el 12 de Octubre. En mi vida me senti ta poca cosa, cuando, sobre la 08:00, del lunes 11 de Noviembre del 2013, despues de no se cuantas horas de quirofano, el Dr.Moreno, a mis hijos y a mi , nos dijo,adios, despues de una jornada, que tenemos información, que fue, dificil, muy dificil, dificilicima. Me seti muy mal, pues pense,ahora, se tiene que marchar a su casa, con el estado de agotamiento, que puede tener este Sr. y nadie presumo que le desplazara a su casa. Dr. Carmen se esta recuperando, despacio pero sin pausa, espero que todos sus alumnos, tengan la misma entereza que Ud. eternamente agradecidos, por la felicidad, que Ud. y el grupo de profecionales, nos han proporcionado. GRACIAS A LA GENEROCIDAD DE LA FAMILIA DEL DONANTE, A CUAL LE DESEO TODA LA FELICIDAD DEL MUNDO, Juan Antonio Ruiz, esposo de Carmen Lopez.

  2. Hola Sr. Enrique, he trabajado para usted durante muchos años y aunque nos hemos visto en pocas ocasiones, siempre me ha trasmitido seriedad, profesionalidad, valores, mucho esfuerzo y trabajo, incansable, siempre hacia los demás sin excepción ni titubeos. Por eso y muchas otras cualidades que enumerar, quiero transmitirle la suerte que he tenido de conocerle y espero en un futuro volver a poder verle. Dele un beso a su Familia y hasta pronto.

  3. Estimado Dr. Moreno: Hace ya casi catorce años que me intervino Vd. de Cáncer de Esófago. Hoy todavía puedo escribirle este mensaje de apoyo y ánimo. Creo sinceramente que me siento muy identificado con este problema que Vd. tiene. A veces aquellos que nos hemos dejado la inteligencia, profesionalidad, servir a los demás desinteresadamente, en vez de ser reconocidos en su máxima expresión por la sociedad y las instituciones, al mínimo error, aunque no lo exista, solo obsta un murmullo o presunción, para arremeter contra este tipo de personas especiales en principios, valores, esfuerzo, sacrificio y dedicación plena a los demás. Solo puedo decir que es El mejor cirujano del mundo. Que es mi Dios. Que me salvó la vida, que lo llevo en mi corazón y que nunca lo olvidaré. Le veré pronto en la revisión. Desde Cádiz, CREAME QUE LE COMPRENDO. Pero mi intuición me dice que la causa ser archivará. Que Dios le conserve la salud para seguir alargando la vida de las personas. Difícil será encontrar otro facultativo como Vd. Sin otro particular, saludos desde Cádiz.

  4. Hola Doctor: Hace ya catorce años me intervino Vd. de un carcinoma de esófago. Y me curó. Creo en Vd. firmemente. Se con total seguridad, que puso toda su inteligencia y profesionalidad en salvar la vida de ese paciente. Me da igual que sea pobre que rico, de esas cosas, personas con los valores y principios que Vd posee no merecen ni nombrarlas. Por mi intervención y por otras cuestiones de interés personal, se que clase de ser humano es Vd. Pero desgraciadamente en este País son injustamente descalificadas personas trabajadoras incansables, que sirven a los demás, y quien lo conoce, sabe muy bien que sin ánimo de lucro en muchísimas ocasiones (que es la cúspide la pirámide de la meta de un ser humano en su fase humana y moral en su máxima expresión). Estoy vivo Gracias a Vd. y ya le transmití un día que para mí no existe Dios, Vd es mi Dios. Me salvó la vida, nunca lo olvidaré, y siempre lo llevaré en mi corazón. Deseo de todo corazón, que obre el Estado de Derecho con sentido común, lógica y humanidad. A veces es más justa la decisión, desde esa perspectiva que la propia legalidad. Un saludo anónimo desde Chiclana de la Frontera. Estoy seguro de que la causa se archivará, por el Juez, será imparcial, y justo. Mucho ánimo para la familia del fallecido.

  5. Como expresar el pesar que siento por todo lo que le está pasando.
    Enrique Moreno es DOCTOR EN MAYÚSCULAS. Lástima que nadie cuente en televisión la excelencia de su trabajo.
    Un fuerte abrazo y todo el ánimo y apoyo para usted y su familia DOCTOR.

  6. Le doi todo mi apoyo a D. Enrique porque se que es una persona que siempre se ha desvivido por los demas, es un profesional y dedica todo su tiempo a su profesion, creo que es una persona digna de admirar. Muchas gracias por todo lo que hizo por mi, gracias a el estoy escribiendo esto.

  7. Mi familia no tenemos como pagar el milagro de amor que el doctor Enrique Moreno nos regalo le devolvió la vida y su sonrisa a nuestra hija en este pais donde los trasplantes son un sueño Guatemala yo desde aqui siempre rezo por el y su familia y se que Dios ahora estara siempre a su lado le estamos apoyando

  8. Como bien dice esta carta abierta,algunos de los que acudimos a la consulta del Prof. Moreno vamos buscando un milagro, en el caso de nuestro hijo el milagro fue posible durante 8 años, 8 maravillosos años que siguio con nosotros, que disfruto y tuvo buena calidad de vida, para mi marido y para mi como madre qué no le daria al Prof. Moreno por esos años que nos permitio seguir teniendo a nuestro hijo, le daria todo, pero solo puedo decir, cuánto nos ayudo animicamente, cuánta fuerza nos transmitio, cuántas veces estaba al otro lado del telefono sin importar la hora cuándo le llamábamos para hacerle una consulta…Querido Prof. es usted un ser tocado por Dios!!

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